5 de mayo de 2009
2 de mayo de 2009
emos verdaderos y falsos
Esta subcultura se origina en los Estados Unidos, en la ciudad de Washington DC, como un genero musical post-hardcore, que rápidamente debido al contenido emocional y expresivo de sus letras fue definido como emotional hardcore, y posteriormente abreviado como emo-core. Su estilo musical deriva del hardcore punk con la diferencia de ser más lento y melódico.
Pero en la actualidad los emos se han multiplicado por millones al rededor del planeta y muchos adolescentes que ni siquiera conocen a las bandas fundadoras de esta subcultura dicen ser emos tan solo por llevar un peinado y vestirse de negro y rosa. Los emos han sido atacados en infinidad de oportunidades por diversos grupos tras ser considerados un flagelo social y muchas veces considerar que es el paso previo o una forma de esconder la homosexualidad.
Hoy en día la cultura emo no pone a la música como su bandera, o la pone pero erróneamente. Muchas bandas que se jactan de ser emo-core y en realidad ni cerca están de las incipientes Rites of Spring, Fugazi, Embrace, Sunny Day Real Estate, Bad Religión, Jawbreake, Jawbox o Sense Field, entre otras.
A mediados de los 90’ el surgimiento del término screamo (falso emo) y con el nuevas bandas que se diferenciaban de las emo. Pero detrás de ello surgió una nueva ‘moda emo’ en que los jóvenes perseguían un estereotipo de tristeza, visión desesperanzada de la vida, auto-mutilación y expresión de emociones. La cultura urbana emo es muy sencilla de diferenciar, quienes se hacen llamar emos y pretenden serlo generalmente llevan un estilo de peinados parecidos, con un jopo tirado hacia un lado y cubriendo uno de sus ojos. Para estos jóvenes (generalmente entre 14 y 20 años de edad) la tristeza es la mejor compañera de ellos y en sus pares encuentran el amor y sentimiento de pertenencia. En la música encuentran una forma de ser, un guía que los ayuda a seguir un camino para ellos muchas veces tortuoso, donde los transeúntes los observan como extrañas anomalías.